El envejecimiento facial actúa en todos los planos de la cara y en todas las áreas.
Algunos signos del envejecimiento son más precoces y más evidentes que otros, y suelen seguir un orden cronológico de aparición.
El envejecimiento facial, junto con el daño producido por el sol y por los malos hábitos (tabaco, alcohol,etc) se manifiesta por la pérdida de colágeno y elastina, dando como resultado la aparición de arrugas y líneas de expresión, flacidez, adelgazamiento del epesor de la piel, pérdida de hidratación y luminosidad.
En promedio, el 80% de las mujeres sufren del daño provocado por el sol antes de cumplir los 20 años.
A los 20 años, la producción de colágeno disminuye un 1% por año y el espesor de la piel se reduce aproximadamente un 7% cada 10 años.
También se produce una pérdida de grasa en determinadas áreas en el tejido subcelular, que donde se traduce en una pérdida de volumen así como en un descolgamiento de la piel. por tros lado, en otras zonas hay un aumento de la grasa localizada que se refleja en pérdida del contorno facial o en la aparición de la papada.
Por último se produce la alteración en los tejidos más profundos de sostén y en los huesos faciales, que conllevan al descolgamiento de los tejidos subyacentes, con la pérdida de la forma juvenil facial.
