La flacidez facial es la pérdida de firmeza de la piel del rostro, causada por la disminución de las fibras como la elastina, encargada de proporcionar elasticidad a la piel, y el colágeno, encargado de aportar resistencia a la misma.
Esta disminución se debe al envejecimiento cutáneo. Provoca descolgamiento y arrugas en el rostro.
Los primeros puntos que muestran esta pérdida de firmeza son el arco mandibular, la papada, los surcos nasogenianos y los párpados.
El fotoenvejecimiento y el tabaquismo son las causas más frecuentes de flacidez.
El exceso de radiación solar y la mala oxigenación producida por el tabaco aceleran la oxidación celular, produce deshidratación, y aumenta la destrucción de las fibras de colágeno y elastina.
Otros factores que ayudan a su aparición son una dieta baja en proteínas, consumo de tabaco, predisposición genética, fármacos, pérdidas de peso aceleradas y la vida sedentaria.